Introducción:
La limpieza es el primer paso para preparar el lecho de la herida. Una limpieza adecuada facilita la retirada de los detritus, el exudado, el tejido no viable y reduce la carga bacteriana.
Por lo tanto, esta primera fase tiene un papel muy importante en la preparación del lecho de la herida y optimiza las condiciones necesarias para una correcta cicatrización.
Recomendaciones:
- Limpiar las heridas inicialmente y en cada cura con suero fisiológico, agua destilada o agua potable a temperatura ambiente; es importante que la temperatura sea próxima a la corporal ya que el descenso de ésta en el lecho de la herida puede retrasar el proceso de cicatrización.
- Utilizar la mínima fuerza mecánica y la suficiente presión de limpieza para evitar daño en el nuevo tejido de granulación.
- La presión de limpieza más eficaz es la proporcionada por la gravedad o la que se realiza con una jeringa de 20 ml, una aguja de 0,9 x 25 mm y una distancia de 10-15 cm. Las presiones de limpieza efectivas y seguras oscilan entre 1 y 4 kg / cm².
- Secar el exceso de humedad del lecho de la herida y los márgenes perilesionales, con suavidad, con gasas estériles realizando pequeños toques sin presionar.
Suero fisiológico de irrigación
Qué es:
Solución salina isotónica ClNa 0,9% que contiene electrolitos y una concentración similar al suero sanguíneo.
Para qué sirve:
Para limpiar heridas agudas y crónicas.
Cómo se utiliza:
Se aplica directamente sobre la piel y / o lesiones cutáneas, sin tocar la herida con la jeringa o el envase. Hay que realizar una adecuada presión de limpieza para eliminar tejidos desvitalizados y restos de material necrótico.
Contraindicaciones:
No debe ser aplicado en pacientes con hipersensibilidad o alergia a algunos de los componentes del producto.
Observaciones:
Utilizar sólo si la solución es transparente, sin partículas visibles. El envase debería ser de un solo uso, no utilizar la fracción restante por el riesgo de contaminación.
Nombres comerciales:
Drainjet® Fresenius kabi
Limpieza de una herida